Cuando el mundo te hace ver
Que el hogar no es importante,
Los hijos no son de los padres
Y el sexo si hizo mudable.
Qué nos queda aún por ver,
Y al hombre por arreglar.
Qué suerte le queda al mundo
Sin cariño y sin hogar.
La mujer no se amedrenta
Ni se deja convencer.
Ella sabe que es la cuna
Donde Dios quiso nacer.
Dios se escogió una madre
Para podernos salvar
Y aunque fuera Dios y hombre
Él, tuvo también su hogar.
Cómo no salvar al mundo
Que hoy tanto desvaría,
Cómo dejarnos tan solos
Sin nuestra Madre María.
Mientras haya una mujer
Y un seno para nacer,
Un hogar que nos cobije
Y Dios que todo lo ve.
Que el miedo no nos detenga
Ni atemorice el sistema,
Que Dios proteja al nacido
Y a la madre que lo lleva.
Solo basta voluntad,
Temperamento y verdad
Y una Fe fuerte y madura
Que a Dios nos pueda llevar.
Si una mujer es mi madre,
En la tierra y en el cielo
Todo lo habremos salvado,
El mal no podrá vencernos.
María Jesús Alcázar