Hemeroteca de la Encomienda

Sombras y ceniza: el retablo de la Iglesia de San Andrés (II)

(Tiempo de lectura: 4 - 8 minutos)

2022-01-01_17-45-57.pngLa revista Encomienda de enero de 2014 incluía la segunda parte de un excepcional trabajo sobre el desaparecido retablo de la Iglesia de San Andrés de Villarejo, un documento inédito de nuestro paisano Luis Andrés Domingo Puertas que como decimos, se publicó en dos partes. La primera parte se incluyó varios años antes en el número de noviembre de 2011. Hemos transcrito esos artículos al formato web con el objetivo de que se puedan leer cómodamente en cualquier dispositivo y puedan ser encontrados con los buscadores de Internet. Se incluyen las fotografías originales que se publicaron en su día en las revistas en papel.

El artículo original en PDF puede consultarse haciendo click en la imagen junto a estas líneas. Bajo este cuadro se puede leer la segunda parte y este enlace lleva a la primera.

Image

Imagen de la Iglesia Parroquial San Andrés realizada por el fotógrafo portugués António Passaporte a finales de 1920. Obsérvese cómo era la plaza en aquella época y la fachada lateral de la Tercia.

SOMBRAS Y CENIZA (II): LAS FOTOGRAFÍAS DE LAS DESAPARECIDAS PINTURAS DE PEDRO DE ORRENTE DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN ANDRÉS APÓSTOL

Hace algo más de dos años, en el número de noviembre de 2011 de esta revista, publiqué un artículo referido al trágico destino sufrido por la colección de cuadros del pintor barroco Pedro de Orrente que engalanaban el retablo del Altar Mayor de la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol de Villarejo de Salvanés. Aquel breve trabajo, titulado Sombras y ceniza: el retablo de la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol, estaba basado en un artículo mucho más meritorio publicado setenta años antes por el profesor Enrique Lafuente Ferrari en cu­yas páginas se analizaban y comentaban las mencionadas obras pictóricas de Orrente, tomando como referencia unas deficientes fotografías que se obtuvieron dos meses antes de la desaparición de dichos cuadros. Concluíamos en nuestro artículo que el trágico destino de aquellas pinturas, tan afa­madas y nombradas entre los eruditos y estudiosos del pintor murciano de principios del siglo XVII, no había sido otro que la hoguera, pues hay constancia de que fueron quemadas, junto con el propio retablo y otras obras de arte, en los primeros compases de la Guerra Civil, a finales de julio o principios de agosto de 1936. Lamentábamos también el hecho de que las fotografías en blanco y negro reproducidas en aquel trabajo de Enrique Lafuente apenas permitiesen observar algunos rasgos borrosos de las cuatro pinturas principales.

41881 b p

Por aquel entonces, nada nos hacía sospechar que todavía se conservaran las antiguas placas en negativo de aquellas viejas imágenes y, sin embargo, en el tiempo que media entre aquel artículo escrito y publicado en 2011 y el momento en el que escribo estas líneas, se ha producido un hecho que ha permitido que dichas fotografías, con más calidad de la que cabía esperar, hayan aparecido casi mi­lagrosamente en la pantalla de mi ordenador. Como digo, entre esas dos fechas, el Instituto de Patrimonio Histórico Español, ha digitalizado y publicado en internet buena parte de un conocido e importante archivo fotográfico en el que se encuentran las cuatro fotografías que sirvieron a Don Enrique Lafuente Ferrari para escribir su, para nosotros, célebre artículo sobre los cuadros de Orrente en el Altar Mayor de la Parroquial de San Andrés. Si bien Lafuente Fe­rrari no mencionó en su artículo al autor de las fotografías, es evidente que las imágenes casi irreconocibles que se reproducen en dicho artículo corresponden claramente con las que se encuentran formando parte del conocido desde hace décadas como Archivo Moreno. La pertenencia de las placas negativas a dicho archivo nos lleva a suponer que las fotografías debieron ser realizadas por Vicente Moreno Díaz o algún colaborador suyo aquella tarde de mayo de 1936.

41875 b p

El Archivo Moreno, denominado en su tiempo Archivo de Arte Español, es uno de los archivos fotográficos más importantes de España centrados en el Patrimonio Histórico- Cultural. Está compuesto por fotografías tomadas entre 1893 y 1954 por Mariano Moreno García (Miraflores de la Sierra, 1865-Madrid, 1925) y su hijo Vicente Moreno Díaz (Madrid, 1894-1954). La obra fotográfica de ambos ha pasado a ser una de las más importantes de España debido a su gran calidad técnica, lo que unido a su sensibilidad estética, dota a las imágenes de un gran valor documental y artístico. El archivo está formado por casi 65000 placas negativas en las que han quedado registradas numerosas obras de arte y monumentos de la geografía española y especialmente de Madrid. La conservación en esta impresionante colección de fotografías que reproducen obras de arte desaparecidas añade un mayor valor a la misma, permitiendo conocer, como ocurre en nuestro caso, obras de las que, de otro modo, solo tendríamos constancia por vagas referencias indirectas.

41877 b p

Las cuatro fotografías de los cuadros de Orrente conser­vadas en el Archivo Moreno son un documento de gran im­portancia para analizar unas obras pictóricas que, en opinión de Enrique Lafuente Ferrari y pese a la dificultad derivada de la deficiente calidad de las imágenes y la ausencia de color, debieron ser ejecutadas en el periodo de madurez pictórica del pintor murciano, en fechas probablemente próximas a otras pinturas cimeras de su obra como el San Sebastián de Valencia o la Santa Leocadia de Toledo, realizadas en 1616 y 1617 respectivamente. No vamos a entrar a analizar los aspectos artísticos y estilísticos de las cuatro pinturas que Orrente realizó para la parroquial de San Andrés, ni vamos a repetir el análisis efectuado en su época por Lafuente Ferrari, pues no es el objeto de este artículo. Simplemente queremos llamar la atención del lector sobre estas cuatro fotografías, único y deficiente testimonio de una de las muchas riquezas artísticas con las que contó Villarejo de Salvanés y que han desaparecido.

Aparte de las propias pinturas, que son el objeto de las cuatro fotografías, estas últimas dejan ver marginalmente algunos detalles del retablo del Altar Mayor, en el que pueden apreciarse claramente elementos característicos de una obra de transición entre el clasicismo del último renacimiento y los primeros síntomas de complejidad compositiva que anuncian el barroco característico del siglo XVII. Podemos apreciar las columnas de orden jónico que flanquean las pinturas y sostienen un sencillo arquitrabe sobre el que descansa un friso con triglifos y metopas con decoraciones vegetales. El retablo parece contar con tres calles coincidentes con la forma poligonal del ábside. Los cuadros de Pedro de Orrente, se sitúan en las dos calles laterales y se encuentran bien integrados en el retablo, lo que indica que se hicieron ex profeso para el retablo y que hubo coordinación entre el pintor y el maestro retablista. Aunque de un modo incompleto, me atrevería a asegurar que es posible, con los datos que nos proporcionan estas fotografías y teniendo en cuenta las dimensiones del ábside, realizar una reconstrucción virtual que nos permita conocer como fue aquel retablo, empeño este en el que habrá que ponerse a trabajar, pues es obvio que merece la pena.

41876 b p

Las obras pictóricas de Pedro Orrente del retablo del altar mayor de la Iglesia Parroquial de San Andrés corresponden a cuatro lienzos de gran tamaño, cuyos temas eran, en el pri mer cuerpo, La adoración de los pastores y La imposición de la casulla a San Ildefonso, y en el segundo, La venida del Espíritu Santo y La Asunción. El retablo disponía además de otros cuatro lienzos de pequeño tamaño que se encontraban sobre las hornacinas de cuatro imágenes de talla; los dos de la zona más baja representaban la Asunción y el Abrazo en la puerta dorada, mientras que de los de la parte alta se desconoce la temática por encontrarse prácticamente ocultos a la vista por el polvo y la oscuridad de las telas, en el momento en el que estos podían contemplarse.

Se deja entrever también que, en la calle central del retablo, a la altura del segundo piso, había una hornacina con la imagen principal del templo, quizá la de San Andrés Apóstol.

Las cuatro fotografías de los cuadros de Pedro de Orrente de la Parroquial de San An­drés son probablemente el único documento gráfico que en la actualidad nos permite cono­cer cómo eran aquellas importantes pinturas y como fue el retablo construido para exhibirlas. Un documento gráfico, única luz entre som­bras, única llama entre cenizas, que aglutina un enorme valor testimonial y, por qué no, sentimental para todos los que nos sentimos parte de este lugar de Castilla que es desde hace algo más de siete siglos Villarejo de Salvanés.

 

Luis Andrés Domingo Puertas
Historiador y Arqueólogo

© 2019 Encomienda Mayor de Castilla. Todos los derechos reservados.Diseño y Desarrollo por José Julián

Search